Querida mamá

Querida Mamá,

Según el calendario y mis notificaciones en Facebook, hoy, 10 de mayo, es el día exacto en el que debería de celebrar que estás viva y a mi lado.

He fruncido varias veces el ceño al ver a todas mis amigas publicando fotos con sus madres y poniendo descripciones como "Te amo mamá, eres mi persona favorita, gracias por darme la vida..."y un montón de charadas más. Me pregunto si es necesario compartir una foto bonita con todos los demás  para demostrar tu amor a alguien, o es solo una simple manera de compartir algo con un sentido detrás de la publicación.

Miro la vieja foto que esta al lado de mi cama. Desde pequeña admiré tus mejías sonrojadas y la forma en la que tus labios se curvan a la hora en la que sonríes. Que bonita eres. ¿Me parezco a ti lo suficiente o tengo más genes de mi padre? Supongo que no importa eso ahora, total, lo máximo que puedo hacer para cambiar mi físico es hacerme una cirugía, o usar maquillaje, pero no creo que ninguna de esas opciones te parezca adecuada.

¿Será que porque tu cambiabas de identidad que yo no me atrevo a entrar a un quirófano a arreglar mi nariz? ¿O será que porque tu usaste demasiado no me parece correcto a mí usar ni una gota de delineador? No lo sé mamá, pero tampoco me importa.

¿Sabes una cosa? Le he abierto mi corazón a miles de personas, tanto hombres como mujeres, y a veces me pregunto como aun puedo tener un espacio para ti, solo y únicamente para ti.

Esta en el fondo, pero cada vez que te miro, siento que ocupa cada uno de mis pensamientos, como si fueras uno de esos novios que te traen la cabeza bien redonda.

Mamá, me pregunto que tan grande será el espacio que tienes para mí en tu corazón. ¿Estoy en la superficie o en lo más profundo? Dicen que el amor de una madre es infinito, incapaz de ser contado o si quiera fragmentado; una madre ama a cada uno de sus hijos como si fuese parte de ella.

Mamá, yo también te quiero como si fueras parte de mí. Mis pensamientos te pertenecen, y mi corazón late por ti, porque sé que muy en el fondo, el día de hoy tu también piensas en mí.

Mamá. Eres mi ídolo, no me importa lo que digan o lo que hayan pensados de ti los demás.

En la calle de la 27 avenida se paraba una mujer de mejías sonrojadas, usaba demasiado maquillaje y se vestía como muñequita para atraer la atención de los automovilistas. Rum, rum, auto tras auto pasaba de largo de ella, y sus labios se elevaban en una hermosa sonrisa cuando uno de ellos se detenía.

Mamá, tu no tienes la culpa de nada, y aunque la tuvieras, ¿Quién soy yo para reclamarte, si fuiste tu la que me dio la vida? No sabes lo agradecida que estoy por haberme dado una oportunidad de demostrarte que valía la pena, que esos nueves meses en tu vientre, no iban a ser en vanos.

Y no lo fueron mamá, no lo fueron.

Mami, mami. Te escribo esta carta sabiendo que nunca la leerás, porque al terminar de escribirla la voy a quemar en la parilla en donde mi tío está terminando de cocinar las hamburguesas.

Sea dónde sea que estés el día de hoy, sé que también estás pensando en mí. La hija que dejaste con tu hermana porque no te sentías lo suficientemente decente como para criarla. Creíste que yo era muy buena, muy hermosa y pura  como para ser abrazada por esos brazos tuyos.

Mami, cariño y sueño mío, hoy te quiero decir que para mí, eres y siempre serás la mujer más correcta, decente, amada, y preciosa que mis ojos alguna vez hayan visto.

Tuya,

Tu hija.